El packaging es el primer impacto que un consumidor recibe de un producto cuando está realizando una compra o incluso cuando ya lo tiene en casa. Si contamos con que el usuario nunca ha oído hablar de dicho producto, el packaging será el elemento principal en la toma de decisión de compra.
Su posición en el supermercado también tiene un papel muy importante a la hora de decidir qué llevarse a casa, ya que solemos prestar más atención a los productos que tenemos a la altura de nuestra vista en el punto de venta. Muchas veces, con tal de no agacharnos, ¡compramos el artículo que nos pilla más a mano!
Una vez superada la barrera del posicionamiento, es el aspecto del envase lo que hará que nos decantemos por una cosa u otra. Pero, ¿han cambiado los packagings a lo largo de los años? La respuesta es sí. La sociedad avanza, los tiempos cambian y las marcas deben adaptarse al siglo XXI. Algunas de las tendencias más comentadas esta temporada son, por ejemplo, el reciclado.
Se ha producido un aumento en el desarrollo sostenible y las marcas deben adaptarse si no quieren quedarse en la estantería del súper. Un embalaje biodegradable demuestra la implicación del producto con el medio ambiente y permite que se reutilice para segundos usos. La implicación de la tecnología para dar a los productos una segunda vida es ya una práctica muy extendida.
Otro elemento que están utilizando las marcas pioneras en innovación es ofrecer más información. Al cliente le gusta saber qué está consumiendo exactamente. Cuanta más información sobre la procedencia y frescura del producto des, más probabilidad tendrás de que tu artículo acabe en el hogar del comprador.
Pero no debemos descuidar el diseño, ya que es algo que siempre ha estado altamente valorado. Las marcas tienen que tenerlo muy presente e intentar personalizarlo lo máximo posible. Una receta en la parte trasera de un producto para singles, una para familias con hijos y otra para parejas es un buen ejemplo de cómo llegar a diferentes tipos de target con un mismo producto.
Y lo más importante, ¡recuerda que el consumidor siempre premiará la originalidad!