La idea de la sostenibilidad lleva unos años presente entre nosotros, quizá de manera demasiado discreta. En los últimos tiempos, por suerte, son ya muchos los actores del sector privado que comienzan a pensar en ella. En un mundo contaminado en el que se calcula que hasta el 25% del total de la polución proviene directa o indirectamente de la logística y sus procesos, debemos preguntarnos: ¿Es posible la transformación hacia una logística sostenible?
La llamada conciencia ecológica, como decíamos, lleva un tiempo presente en la sociedad. Este reciente salto de la sociedad al sector privado viene dado en parte por la propia demanda del cliente, que premia aquellos productos y compañías sostenibles, pero también por el aumento de las evidencias del cambio climático y de la visibilidad en sus consecuencias. Reducir en un 25% las emisiones contaminantes marcaría sin duda un antes y un después. Es posible abrir una nueva etapa en la historia de nuestro planeta.
Hacia una logística sostenible
Al contrario de lo que en principio pueda parecer, la logística sostenible es posible. La solución pasa por la aplicación de políticas de sostenibilidad en todos los procesos logísticos. La innovación y el desarrollo tecnológico serán clave en este proyecto.
En el plano externo a la logística, esta innovación debe centrarse en el uso y la promoción de energías renovables. Si bien la mayor parte de la industria logística y sus vehículos y maquinaria no están aún adaptadas a la sostenibilidad, apostar por las renovables dará un respiro al planeta mientras los procesos logísticos se van transformando poco a poco.
Si nos fijamos directamente en el transporte, promover el uso de biodiesel, de diésel bajo en azufre o de vehículos propulsados por gas natural o electricidad es una solución que comienza a ser viable. Sustituir aquellos vehículos más antiguos y contaminantes por flotas más eficientes es un proceso que ya se está dando en la actualidad y sin duda dará sus frutos.
Si ponemos el foco directamente en los procesos logísticos, la innovación será más bien tecnológica. Los sistemas de inteligencia artificial y machine learning pueden ponerse al servicio de la optimización de rutas y cargas, así como para la medición de huella de carbono.
Por último, ya fuera de la industria, podemos impactar directamente al consumidor a través de diferentes acciones en pos de la sostenibilidad. Desde acciones de concienciación como informar de la huella de carbono causada por un envío hasta la promoción de nuevos modelos de entrega de producto en ecommerce, como pueden ser los puntos de conveniencia, ya existentes pero con un grado de uso bastante limitado.
Lean&Green
Sin duda, la sostenibilidad es un reto al que todos nos enfrentamos. La logística sostenible debe ser una realidad si queremos cuidar del planeta. Proyectos como Lean&Green buscan una reducción del 20% en las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2025. A través del respaldo a iniciativas de sostenibilidad y de compartir buenas prácticas con empresas, esta plataforma tiene el objetivo último de reducir por completo la contaminación a medio plazo.